En el mercado de las dietas existen muchas y de todo tipo, y aunque principalmente las usamos para perder peso, muchas veces a través de ellas queremos mejorar o arreglar diferentes partes de nuestro cuerpo.
No cabe duda que la mujer latina -en reglas generales- se caracteriza por sus sensuales curvas y continuamente somos bombardeadas con imágenes de las ‘pompis’ ideales, y perfectas, algunas naturales y otras no ‘tan naturales’.
Sin embargo, si eres de las personas que no quiere llegar a un quirófano a agrandarlas o perfeccionarlas, la alimentación y el ejercicio pueden ser de gran aliado para lograr un trasero bien definido y tonificado, siempre y cuando la constancia y la paciencia formen parte de esa meta.
A continuación te presentamos una serie de consejos que pueden ser de gran beneficio no solo para esa parte del cuerpo sino para tu salud en general.
Evita los tóxicos
Una piel firme no solo es consecuencia de un régimen de ejercicios, sino de una dieta libre o baja en toxinas y rica en comidas frescas. Evita o disminuye el consumo de cafeína, azúcares refinados, dulces, postres, frituras, cigarros y el alcohol. De vez en cuando te puedes dar tus gustos, como el usar la regla del 90/10. Es decir, durante la semana consume un 90% de alimentos esencialmente saludables y el 10% restante, si deseas, te mimas con antojos de comidas, y sin exagerar.
Fibra, fibra y más fibra
Seguro has escuchado que la fibra es algo saludable. Aparte de ayudarnos a bajar de peso, ésta es esencial para optimizar la función del sistema digestivo, como el prevenir el estreñimiento. La fibra es como un limpiador natural del cuerpo. Existen dos tipos de fibra, la soluble y la insoluble. Para aumentar el consumo de fibra en tu dieta, hazlo de forma paulatina, toma suficiente agua, y encuéntrala en los granos integrales, cereales, frijoles, frutas, vegetales y semillas/nueces.
Proteína: esencial nutriente
La proteína es reparadora de tejidos. Inclúyela en cada una de tus comidas (desayuno, almuerzo, cena y/o meriendas). La proteína le provee a tu cuerpo aminoácidos esenciales que ayudan a la musculatura de tu cuerpo, aparte de saciar tu apetito y mantenerte llena por más tiempo. Procura incluir proteína al menos en 2 a 3 de tus comidas diarias, y puedes también optar por proteínas vegetales como las legumbres, nueces, quinua, entre otros.
Disminuye las calorías nocturnas
No es que las calorías consumidas en las noches sean las que necesariamente te engorden- ya que el exceso de calorías engordan sin importar a la hora en que las comas. El problema reside en que en las noches tendemos a ser más sedentarios, y en ocasiones también empezamos a picar o comer más de lo indicado. Por lo tanto, el dicho de ‘desayuna como rey, almuerza como príncipe y cena como pobre’, puede mantenerte delgada y en forma.
¿Cuántas calorías?
Cuando el cuerpo tiene calorías de más, éste las coloca alrededor del cuerpo en forma de grasa, y en muchas circunstancias en donde no queremos. No te obsesiones necesariamente con contar las calorías, pero para que tengas una idea de las recomendaciones generales de nutrición, sigue uno de los siguientes planes:
Si mides entre 5’o” a 5’3” haz una dieta de 1,200 a 1,400 calorías (Plan A)
Si mides entre 5’4 a 5’6” haz una dieta de 1,500 a 1,700 calorías (Plan B)
Si mides entre 5’7 a 5’9” o más haz una dieta de 1,800 a 2,000 calorías (Plan C)
Plan A
Desayuno: 300 a 400 calorías
Almuerzo: 400 calorías a 500 calorías
Cena: 300- 400 calorías
Merienda: 2 de 100 calorías cada una
Plan B
Desayuno: 400 a 500 calorías
Almuerzo: 500 calorías a 600 calorías
Cena: 400 calorías
Merienda: 2 de 100 calorías cada una
Plan C
Desayuno: 400 a 500 calorías
Almuerzo: 600 calorías a 700 calorías
Cena: 500 calorías
Merienda: 2 de 150 calorías cada una
Ejercicios
Y por supuesto no te olvides de hacer ejercicios ‘localizados’, es decir, especialmente para tus pompis. Comiendo una dieta balanceada y manteniéndote activa, es posible que tu trasero se mantenga firme e inclusive con el pasar del tiempo.
Por: Claudia González MS. RD., Dietista